miércoles, 27 de febrero de 2013

30a Mitja Marató de Sitges


2013.01.13 / Mitja Marató de Sitges

06:38, ya estamos despierto…, el despertador sonará 22 minutos después, pero los nervios ya no dejan dormir más. Retomamos viejas rutinas abandonadas, desayuno pre competición, actimel de piña, vaso de nestea con las pastillas de ferbisol y pharmaton, y dos rebanadas de pan bimbo, con mermelada. Visita necesaria al wc, aseo personal, y preparación de la mochila, una vez colocada la ropa de viaje y calentamiento.

07:45, ya están esperando con cierta puntualidad, José Antonio, David, e Isma, que llega algo después. Nos subimos al coche, y amenizamos el desplazamiento desde Sabadell, con cortas conversaciones sobre, cómo no, el clima y el mundo del corredor.

08:30, hemos llegado a Sitges. La mañana no es tan fría como se podía esperar y nos habían ido informando, y el cielo no tan nublado, da el mismo porcentaje de posibilidades al sol y a la lluvia. Cabe destacar “el detallazo” de la Organización de la carrera que nos dan un salvoconducto para poder aparcar en zona azul, con sólo 1 euro. Suma y sigue.

09:00, ya con Enrique Del Rey, comenzamos la rutina del calentamiento. Zapatillas de rodaje, pantalón y cortavientos de calentamiento, guantes y gorro, papel por si no hay en el wc, y a eso de las 09:20 empezamos el calentamiento. Nos vamos por el Paseo Marítimo hasta los Jardines de Terramar, última visita al wc, y vuelta al coche para dejar la ropa de calentamiento, y enfundarnos calcetines limpios y secos, zapatillas con el chip amarillo y camiseta de competición con el dorsal bien colocado.

09:50, trote suave hasta la línea de salida. Primeros pensamientos no positivos, estoy oxidado. Me he dejado los guantes en el coche, pasaré frío en las manos, y eso, en mi caso, no es bueno, y si moqueo, no me podré sonar y secar fácilmente. Bueno, hay que ir tomando nota de todo esto Antonio.

09:55, colocado en el cajón delantero, me reencuentro con viejos amigos y conocidos, Marc Garcia, Ricardinho, Vicenç Sellarés, Antonio Godoy, y posibles rivales en el asalto al Ranking de Curses de Fons de Catalunya, que hoy comienzo.

09:58, instantes de concentración, y en el silencio interior, recuerdo para mi amigo Joan y su mujer Alba, y su familia.

10:02, con algo de retraso, al escuchar el Tret de Sortida, nos ponemos en marcha. Rápidamente nos abrimos a la derecha del Paseo para dejar que los más rápidos y fulgurantes pasen a las primeras posiciones, y coger poco a poco ese ritmo de 3’50’’ el 1.000 que nos hemos propuesto Enrique y yo. La temperatura acompaña, el aire también, y por momentos parece que un tímido sol nos quiere acompañar. Al dejar el Paseo Marítimo, y pasar por delante del Hotel Terramar, iniciamos el incómodo callejeo por el Sector Terramar, de calles con el asfalto muy deteriorado, y urbanización al estilo urbanístico americano, donde llega un momento que no sabes dónde estás. Llegados al Sector Vinyet ya se han definido los grupos, el paso por los kms es constante, y las sensaciones no son las ideales, pero el dolor inicial en la tibia izquierda ha desaparecido.

Al paso por el km.5 tomo un poco de agua, pasado el paso subterráneo, y llegamos a la recta de Rocamar, antiguamente subida pronunciada, que ahora queda cortada en su inicio, con un lamentable giro de 180º grados en una valla de obra. Nos dirijimos al primer control de chip, entre los kms 6 y 7, justo después de otro lamentable giro de 180º en una calle aún más estrecha, el Camí de Miralpeix. Tras este giro empieza la parte más bonita y más agradecida de la carrera.

Rápida recuperación de posiciones en el grupete que había dejado escapar, buenas sensaciones, y me pongo en la posición delantera, al lado de Enrique, para relevarle en el trabajo de tirar de esta docena de buenos corredores. Pasamos por el bonito Santuario de Vinyet, y, precisamente, avistamos ya muy cerca a la primera corredora femenina, la gran Vinyet Nogueró Planas. Curiosa coincidencia, que nos lleva por la Avinguda Vilanova y el Passeig Vinyet hasta la ciudad histórica y más comercial, de tremenda belleza. Aquí nos encontramos otra “trampa lamentable” para los corredores, a la que la Organización no ha prestado ninguna atención, (más allá de 2 pancartas que anunciaban pavimento inestable), unos bordillos colocados longitudinalmente ideales para tropezar y dar al traste con las ilusiones del corredor. Llegados a la bajada del Carrer Nou, ya me quedo sólo nuevamente, pues en esas bajadas no soy nada eficaz, y decido tirar de experiencia, para tomar el ritmo crucero, sabiendo, sin mirar el cronómetro, que no voy demasiado sobrado de tiempo.
Justo al pasar por el km.11 supero a Vinyet, que ya no va tan cómoda por un inoportuno flato, y está sufriendo, por lo que le doy todos los ánimos que puedo, y le pido al acompañante de la organización en bicicleta, que haga bien su trabajo, que la espere y no vaya 100 metros por delante, y le de conversación y apoyo psicológico, que ahora le hace falta.

Vuelta a empezar con el recorrido de la primera vuelta, y es justo en el paso subterráneo del km.14, cuando me doy cuenta que la falta de competición desde hace un año en la Lliga, y unos meses en curses, me va a pasar factura. Como anécdota, comentar que si bien llevo unas 500 carreras corridas en los últimos 7 años, me quedan cosas por ver, como unos corredores de calidad, de 1h20’ en Mitja, que “recortan” en un paso subterráneo por el paso peatonal, para ahorrarse unos metros en desnivel (2 si llega) y en longitud (diría que no llega a 5). Aquí vuelven las malas sensaciones físicas, la pierna derecha se vuelve tonta, no es que me duela como me dolía, pero no la gobierno como quiero, y sólo acompañado por Carles Folguera, del Runnersworld Sabadell, pegado a mi desde el km.5 aproximadamente.

Y aunque me repita, vuelta a los dos LAMENTABLES giros de 180º. Y me repito porque lo quiero denunciar. Sigo sin entender que los organizadores, muchos de los cuales parece que no hayan corrido nunca (y no es verdad), o que no tengan en su staff corredores (cosa que tampoco es cierta en la mayoría de casos), hagan estas cosas, con lo que eso provoca en los corredores más rápidos rompiendo el ritmo, y en los más sufridos que van más juntos, haciéndolos parar por completo en el estrecho Camí del Miralpeix.

De aquí al final, sabiendo que bajar de la hora y veinte será imposible, con Enrique a unos 30 segundos, se me antoja como único objetivo plausible no ceder ante mi acompañante, y cerrar la mañana con el mejor entrenamiento posible de calidad de la semana. Me pongo a pensar también en cómo me hace falta recuperar rutinas, los guantes son un detalle; asimilar el entrenamiento, ha sido una semana con más de 100 kms acumulados; no cebarme tanto el sábado por la mañana por mucho que me guste la compañía y el recorrido, porque ya no tengo 35 años y no me recupero igual; y también cambiar las zapatillas de competición, por unas nuevas y más adaptadas a mis necesidades, no sé si cambiando de marca, esas Aegis de Adidas, son las segundas y me han funcionado muy bien, pero en Sloprunners tenemos toda la variedad, y las podré renovar.

Inmerso en todos estos pensamientos, alcanzo la calle Espalter, la de los bordillos, donde lanzo un “temerario” ataque, por lo lejano, que me deja ya en solitario, y me da el margen necesario para conseguir bajar, apretando los dientes al final, de la hora y veintidós. Curiosa coincidencia también la que hace coincidir la marca final, con los minutos antes del despertador que me he despertado esta mañana.

Una vez en meta, abrazo con Enrique, que corrobora y comparte el mal sabor de boca por la carrera; con José Antonio Escamilla, contento por su MMP (1h17’18’’) y de gran mérito; con Jordi Bosch, que ha hecho también su MMP (1h22’18’’), con un tiempo de mucha calidad; con David González, también MMP (1h27’45’’); con Anna Riera, MAGNÍFICA, 3ª Clasificada de la General, y 1h26’46’’; y con Isma Jiménez, que, roto anímicamente, y físicamente con el cuádriceps hecho trizas, ha llegado andando a meta, y se ha quedado frito en el coche tras la ducha. Pero somos un equipo, y aunque el último llegue más de una hora después que el primero, allí estamos para dar ánimo y apoyo.

Si algo he aprendido en estos años y miles de kms acumulados, y cientos de carreras disputadas, y me gusta de esta afición y deporte, es que cada semana hay una carrera, y lo que hoy te ha ido no tan bien, la semana que viene puede ir mejor, y que los objetivos deben ser ambiciosos, sí, pero nunca imposibles, y en Sant Antoni, bajar de 36’…, estaría muy bien, y a fe que lo intentaré.



Antonio Sevillano / SLOP.CAT SABADELL / SLOPRUNNERS / www.sloprunners.cat


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